LA BELLEZA HOY NO SE VE, SE SIENTE: DEL SKINCARE AL MOODCARE

¿Te ha pasado que una rutina de belleza se siente más como una obligación que un momento de disfrute? No solo te pasa a ti…

En tiempos donde el rostro se convirtió en proyecto, el cuidado personal se ha vuelto casi que militarizada, incluso ansiosa… pero algo está cambiando… Está naciendo una nueva forma de belleza que no busca aprobación externa, sino reconexión interna.

Hoy, cuidarse ya no es sólo seguir una rutina. Es crear una atmósfera. Un espacio para jugar, oler, reír y descansar. 

¿Qué pasaría si al belleza dejara de ser perfección… y empezará a ser placer?

La Belleza Indulgente nos invia a soltar la presión y abrazar el disfrute. En lugar de perseguir el rostro perfecto, ahora queremos experiencias sensoriales que nos cambien el ánimo con aromas como a cherry con chocolate, vainilla francesa o incluso sabores que evocan a nuestros postres favoritos. Porque sí: hoy la belleza necesita ser tan sabrosa y divertida como la comida.

Marcas como Lush o Billie están liderando esta transformación, ofreciendo productos que despiertan los sentidos. Se trata de embellecer el ánimo, no solo la piel.

¿Y si el skincare fuera más que un gesto estético? ¿Y si fuera un acto espiritual?

Estamos viendo emerger una tendencia de Belleza Mística. Ya no basta con productos “naturales”; ahora buscamos rituales de energía, conexión con los astros, para lograr una armonía emocional. Porque cuando todo afuera es ruido, lo místico se vuelve refugio.

Un ejemplo de esta tendencia es la marca Xamania Ecoskincare de México, que canaliza energía Reiki a través de cuarzos y aceites esenciales. No solo venden skincare, ofrecen contención emocional. Una pausa consciente en medio del caos.

¿Y si la belleza no terminara en ti, sino que se expandiera a todo lo que te rodea?

Esa es la esencia de la Belleza Expansiva. Una invitación a mirar más allá del rostro, del cuerpo, y entender la belleza como una forma de expansión personal y cultural. Hoy, las marcas no solo venden productos, sino que comunican posturas, abrazan causas y construyen experiencias con propósito. No se trata de responsabilidad social como acción aislada, sino de marketing con intención, donde el propósito se vuelve estrategia. Por eso, marcas como Oboticario nos invitan a detenernos con fragancias como “Extinto”, inspirada en la Bahía de Guanabara antes de su contaminación. Un aroma que no solo perfuma, evoca lo que ya no está y lo que aún podemos proteger. También lo hace Megabe, al lanzar desodorantes pensados para zonas del cuerpo poco convencionales, como los muslos o los pechos. Con ello, expande la noción de cuidado personal, visibilizando que todo el cuerpo —no solo el “visible”— merece atención, dignidad y bienestar. Porque hoy la belleza no se encierra en un frasco. Se expande, se comparte, se manifiesta.

BEYOUTY: Porque la belleza de hoy ya no es aspiracional, es emocional, sensorial, espiritual y expansiva.

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Post escrito por Flor León, Insights & Strategy Leader Consumer Truth. Profesional de Ingeniería en Gestión Empresarial con una especialización en Gestión de Marketing y Branding Estratégico. Con más de 10 años de experiencias en áreas como Consumer Insights, Market Research y desarrollo de negocios a cargo de clientes en Latinoamérica.